Los invitados a tomá potaje son...


Avío: utensilios usados para hacer una actividad como, por ejemplo, "lo avío der fontanero". En mi pueblo, to lo que se le echa al potaje: sus verduritas, su tocinito, su chorizo, su morcilla... Son "lo avío der potaje". Que los garbanzos sin avío como que no saben a ná, ¿verdá?
¿"Lo avío del correr"? Descúbrelos en esta bitácora.


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23 de octubre de 2010

Sobre los avío de mi entrenamiento o sobre cómo entrenarse y no lesionarse en el intento (1ª parte)

El de la derecha es Rodrigo Gavela, santo varón. Si no lo conocéis, lo vais a conocer en este artículo

     Si estás leyendo esta bitácora (¿por qué usar blog si tenemos este término en español? ¡guerra a los anglicismos superfluos!), hay algo seguro: te gusta correr. Con mayor o menor asiduidad, a un nivel mayor o menor, pero a todos nos gusta hacer kms. No hay nada como sentir el aire fresco mañanero, vespertino o nocturno sobre la cara de uno. Sentir que a cada paso está haciendo algo bueno por su salud. Ver la cara de los ignorantes que no han hecho deporte en su vida y que incluso se ríen de ti al pasar. Pensarán (algunos incluso dirán): ¡mira éste, con el frío que hace, medio en pelotas, corre, corre, como los cobardes, saludos a Forrest Gump!... Afortunadamente  la cultura de la actividad física se extiende cada vez más entre la población y estos casos son los menos. Yo tengo muy poquito aguante para estas cosas y me cuesta morderme la lengua.  Allá ellos.

     Me estoy desviando del tema. Lo que quería decir es que está claro que al que practica la carrera de fondo lo que le gusta es correr, y correr muchos kms. Enfrentarse a la distancia y superarla (o no).
    
     Si pensamos en un corredor ocasional, cuyo único objetivo es hacer un poco de deporte y, si puede ser (que va a ser que no, como explicaré en otro artículo) perder algo de la barriguita que le impide aborcharse la camisa, un corredor que no tiene ningún objetivo atlético, que no pretende mejorar ninguna marca porque lo que aspira es a hacer unos metros y punto, no se necesita más que lo dicho: ponerse a correr de vez en cuando, persiguiendo una utopía (que jamás va a conseguir, a no ser que cuide su alimentación y combine esto con una adecuada actividad física, claro).
    
     Ahora bien, si te encuentras entre los que corren porque quieren mejorar, porque quieren afrontar el reto de correr una maratón o una media maratón, vamos, la mayoría de nosotros, vas a necesitar algo más que correr. Al menos mi experiencia lo dice.

     Si te encuentras entre los que no diseñan su entrenamiento, no tienes unos objetivos concretos y bien localizados en el tiempo, creo, en mi modesta opinión, que estás perdiendo el tiempo y desaprovechando mucho de tu potencial. Un buen plan de entrenamiento, realista, ajustado a tus posibilidades, es el primer paso para tener éxito, no sólo en esto del correr, sino en cualquier faceta de la vida. Igual que organizas tu agenda del día: ir a comprar a tal hora, recoger a los niños del cole a otra hora, quedar con alguien más tarde... igual, si no lo haces ya, tendrías que tener previsto qué tipo de entrenamiento, cuántas sesiones semanales, qué ejercicios adicionales, etc debes hacer.
    
     Esto resulta chocante para mucha gente y el comentario que más oigo es: venga ya, Pepe, tanto mirar el reloj, tanto programar los entrenamientos. Yo corro lo que me apetezca ese día y punto. Si me canso me voy pa casa, si me encuentro a un colega voy más rápido, si me encuentro a tal otro, más despacio, pa ir charlando... A este tipo de personas es difícil convencer de que el entrenamiento planificado es algo que muchos entendidos (entre los que no me encuentro) han estudiado. Que es algo científico. Que es la mejor manera, la más fiable, de conseguir una marca concreta en una carrera, siempre dentro de las posibilidades de cada uno. Si tu objetivo es echar el rato y no mejorar en esto del correr, pasa de este artículo. Si pretendes mejorar, te aconsejo humildemente que sigas leyendo, porque te encontrarás con sorpresas agradables...

     Bueno, Pepe, corta ya el rollo, que esto se está haciendo largo... Pozí, pero si queréis saber cómo me las avío para entrenar, no dejéis de leer la segunda parte de este artículo: próximamente en vuestras pantallas. A seguir bien.

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